¿Qué educador quiero ser?


Gabriela Bahamondes Ortiz


Al ingresar a la Universidad se nos habla constantemente que la educación es una de las principales formas de propiciar cambios en la sociedad, siendo clave para generar un mayor desarrollo y crecimiento del país mediante el famoso capital humano que pueden alcanzar las personas, muy personalmente comparto dicho pensamiento y creo que tanto profesores, como la comunidad educativa en general, son idóneos para tales fines.

Muchos aseguran que los líderes en el proceso de educación son únicamente los docentes, que en ellos recae la responsabilidad del aprendizaje de los alumnos y que la selección de ellos es trascendental para un proceso de enseñanza exitoso en donde las principales características que deben poseer deben estar basadas en las aptitudes, personalidad e intereses que estos tengan. Muy contrariamente, también se expone que la educación no depende de las características del docente, sino de la manera como se ensaña, es decir, el rol de la enseñanza pasa a ser más importante que el docente en si mismo,  es así como Benjamín Bloom dice que “las características del profesor tiene muy poca relación con el aprendizaje de los alumnos”, aun que difiero un poco de esta afirmación, lo que Bloom quiere expresar es que, no basta con el docente, si no con el conjunto de actitudes que él implica.

Es por esto que debemos tener en claro que la educación no solo es propia de la escuela, en donde están inmersos los docentes, sino que el desarrollo de esta en su totalidad, o casi todo lo que aprendemos, se lleva a cabo en el sistema social en donde también encontramos a la familia y comunidad, y donde la escuela pasa a ser sólo un subsistema de la sociedad. Es por esto que J.A. Jungamann dice que “la educación es un proceso de introducción a la realidad”, me parece que esta cita nos afirma que la educación está ligada a la realidad de sus educandos, y dentro de esa realidad encontramos a la comunidad, familia y escuela, siendo esta última adaptada a la situación del entorno para lograr un aprendizaje más significativo y adecuado en sus educandos, y así estar más cerca de una enseñanza efectiva.

Pero ¿qué podemos hacer, como futuros educadores, para lograr un mayor aprendizaje en nuestros alumnos?, me parece que en nuestra sociedad son muchos las personas que ejercen como docentes sin estar realmente comprometidos con esta hermosa profesión. Para ellos el pensar en cumplir todo lo que el establecimiento les exige basta para lograr los objetivos y expectativas de los alumnos, sin darse el trabajo de buscar y conocer las experiencias e intereses de estos. Son tan pocos los profesores que hacen valer las experiencias previas de sus alumnos, los cuales repercuten en la calidad o tipo de aprendizaje que estos reciben. ¿Cómo hacer entender a estos educadores que lo que más prima en el aprendizaje es la búsqueda de los sentidos? , los sentidos, a los cuales otros denominan significado, motivación o experiencias vitales, sólo son comprendidos y hallados por los profesores eficaces, ellos son los que logran percibir que el aprendizaje pasa a ser un proceso individual, ya que los sentidos no son siempre los mismos para todo un grupo, cada individuo busca su sentido, y es aquí donde vemos la deferencia entre los bien mirados comprometidos (alcanzan el sentido) y la gran mayoría, además de mal mirados, cumplidores.

Al ver al alumno como un ser integral, es la única forma de lograr un aprendizaje eficaz, y al ser claros en esto, es como lo intereses irán ligados a metodologías atractivas de aprendizajes, en donde puedan llevar a cabo un aprendizaje activo, es decir, aprender haciendo.

Para lograr una educación de calidad, basada en los intereses del niño o niña,  debemos alejarnos de los pensamientos insensibles y poco comprometidos de los establecimientos principalmente municipales, los cuales no se comprometen con la educación. Además de tener siempre presente que nunca terminamos de aprender cosas nuevas, por tanto el no creernos dueños de la verdad y el ser capaces de aprender de nuestros alumnos y alumnas nos hace crecer como futuros profesionales, además de darnos cuenta que la educación siempre va a ser un proceso social en don “nadie educa a nadie, todos educamos a todos” celebre frase de Paulo Freire

Dado lo anteriormente expuesto, es que mi visión del Docente que deseo ser, es aquel que en la adversidad sabrá velar por entregar una mejor calidad de educación sin importar las trabas burocráticas, ni el sistema en el cual muchas veces nos vemos como profesores, inmerso, ya que nuestro futuro, tal ves no inmediato, pero nuestro futuro como país muchas veces comienza en nuestras aulas, con los niños que formamos, con aquel pequeño que viene a preguntar con mucha timidez si puede responder en el cuaderno lo que esta escrito en la pizarra. Me comprometo a no perder de vista el niño que soy, el niño que llevo dentro, el niño que fui y que no deseo perder bajo un estatus simplista llamado “adulto” para siempre tener presente que son los niños y niñas y para ellos quienes trabajo, que por amor a esas manitos sucias es que un día dije, -sí, esto es lo que deseo hacer siempre-”, esa es la visión que de profesional que busco dentro de mi, alguien que respete las diferencias individuales y que sepa valorar los mínimos comunes, es pos de una mejora del grupo curso, o tal vez de la comunidad en general, nunca se sabe hasta donde nos puede llevar nuestros sueños y sobre todo nuestra vocación.

¿Qué educadora quiero ser?

       Rocío Fernández
Se nos habla constantemente que la educación es una de las principales formas de propiciar cambios en la sociedad, siendo clave para generar un mayor desarrollo y crecimiento del país mediante el famoso capital humano que pueden alcanzar las personas. Muchos aseguran que los líderes en el proceso de educación son los docentes, que en ellos recae la responsabilidad del aprendizaje de los alumnos y que la selección de ellos es trascendental para un proceso de enseñanza exitoso en donde las principales características que deben poseer deben estar basadas en las aptitudes, personalidad e intereses que estos tengan. Desafiando este pensamiento se dice que la educación no depende de las características del docente, sino de la manera como se ensaña, es decir, el rol de la enseñanza pasa a ser más importante, es así como Benjamín Bloom dice que “las características del profesor tiene muy poca relación con el aprendizaje de los alumnos”.

            Es por esto que debemos tener en claro que la educación no solo nos la entrega la escuela, en donde están inmersos los docentes, sino que el desarrollo de esta, o casi todo lo que aprendemos, se lleva a cabo en el sistema social en donde también encontramos a la familia y comunidad, y donde la escuela pasa a ser sólo un subsistema de la sociedad. Es por esto que J.A. Jungamann dice que “la educación es un proceso de introducción a la realidad”, me parece que esta cita nos afirma que la educación está ligada a la realidad de sus educandos, y dentro de esa realidad encintramos a la comunidad, familia y escuela, siendo esta última adaptada a la situación del entorno para lograr un aprendizaje más significativo y adecuado en sus educandos, y así estar más cerca de una enseñanza efectiva.

            Pero ¿qué podemos hacer, como futuros educadores, para lograr un mayor aprendizaje en nuestros alumnos?, me parece que en nuestra sociedad son muchos las personas que ejercen como docentes sin estar realmente comprometidos con esta hermosa profesión. Para ellos el pensar en cumplir todo lo que el establecimiento les exige basta para lograr los objetivos y expectativas de los alumnos, sin darse el trabajo de buscar y conocer las experiencias e intereses de estos. Son tan pocos los profesores que hacen valer las experiencias previas de sus educandos, las cuales repercuten en la calidad o tipo de aprendizaje de estos. ¿Cómo hacer entender a estos educadores que lo que más prima en el aprendizaje es la búsqueda de los sentidos? , los sentidos, a los cuales otros denominan significado, motivación o experiencias vitales, sólo son comprendidos y hallados por los profesores eficaces, ellos son los que logran percibir que el aprendizaje pasa a ser un proceso individual, ya que los sentidos no son siempre los mismos para todo un grupo, cada individuo busca su sentido, y es aquí donde vemos la deferencia entre los bien mirados comprometidos (alcanzan el sentido) y la gran mayoría, además de mal mirados, cumplidores.

         Buscando los intereses de los alumnos es la única forma de lograr un aprendizaje eficaz, y estos intereses van ligado a metodologías atractivas de aprendizajes, en donde puedan llevar a cabo un aprendizaje activo, es decir, aprender haciendo.

         Para lograr ser unos buenos educadores debemos alejarnos de los pensamientos insensibles y poco comprometidos de los establecimientos principalmente municipales, los cuales no se comprometen con la educación. Además tener siempre presente que nunca terminamos de aprender cosas nuevas, por tanto el no creernos dueños de la verdad y el ser capaces de aprender de nuestros educandos nos hace crecer como futuros profesionales, además de darnos cuenta que la educación siempre va a ser un proceso social en don “nadie educa a nadie, todos educamos a todos”


           Es por esto que me comprometo a tener la capacidad de adaptación a la clase, lo cual implica no sólo la adecuación de la materia a los principios metodológicos del aprendizaje, para hacerla asimilable, sino también la comprensión psicológica de los alumnos: adaptación a su edad, a sus características sociales, a los problemas que puedan tener. En este sentido, es fundamental conocer y respetar las diferencias individuales, dentro de lo cual hay que saber identificar capacidades y talentos particulares de los alumnos, a fin de ofrecerles oportunidades de avance y superación. Creo que de esta manera lograremos un Chile mejor y más comprometido con el desarrollo del Capital Humano.

Ensayo ¿Qué tipo de Educadora quiero ser?



Fernanda Herrera E.

Unas de las grandes preguntas que se hace una estudiante de pedagogía a poco tiempo de terminar su carrera, es ¿Qué tipo de educadora quiere ser a futuro?; es una interrogante constante de quien decide estudiar algún tipo de pedagogía, ya que depende de ellos el futuro del las nuevas generaciones.


Yo como estudiante de   Pedagogía en Educación Diferencial, quiero ser una docente principalmente empática, quiero mirar a la diversidad, del punto de vista de cómo puedo yo ponerme en su lugar, entender sus diferencias y mas que entenderlas aceptarlas y no excluirlas. También quiero guiar mis clases no en base a un enfoque tradicional (cuantitativo), según lo expuesto en clases, en donde el profesor deposita en los alumnos los conocimientos o contenidos y el alumno  demuestra el contenido entregado por medio de las notas; si no más bien guiarme por un enfoque moderno (cualitativo), en el que se respeta a las personas según sus diferencias y haciendoce cargo de ellas, para realizar una educación personalizada, en donde iré mediando los aprendizajes y considerando el tiempo, estilo y recursos para el aprendizaje.
Considero de gran importancia poder realizar a futuro con los niños y niñas el proceso de enseñanza aprendizaje de manera personalizada y en conjunto con el grupo curso, ya que el aprendizaje es la capacidad de desarrollo,  crecimiento del educando y donde adquiere habilidades para relacionarse (Fernando Leiton); a su vez según Lev Vygostky, las personas son seres sociales, los cuales van creando sus nuevos aprendizajes según las experiencias vividas en el ambiente y la sociedad.
Vale destacar que en el momento que realice mis intervenciones psicopedagogías, tomare en cuenta la triada escuela, hogar y comunidad. En primer lugar la importancia de la escuela, es debido a que es en ese lugar es donde principalmente se crea el momento del aprendizaje con el profesor, mediador y no instructor.
El aprendizaje también se va creando en conjunto con el hogar o familia, ya que según el texto “Ayudando s los niños a aprender bien” de Benjamín S. Bloom, determina que es un factor influyente en el aprendizaje, determinará el éxito o fracaso escolar, disminuye los grados de deserción escolar, brinda la primera estimulación en el alumno, etc. Finalmente la comunidad también cumple un rol en el aprendizaje, ya que según el texto “Efectividad Escolar” que determina que existen apoyos dentro de la sociedad para aumentar el existo escolar, pero a su vez existen las pandillas o grupo de amigos los cuales afectan en el éxito escolar y es un factor influyente en la deserción escolar.


En conclusión en mi futuro desempeño laboral como Educadora Diferencial, quiero entregarle a mis alumnos, más que conocimientos, entregarles cariño, amor, compañía y comprensión, ya que lo mas probable es que en algún momento trabaje con niños y niñas en riesgo social que carecen principalmente de afecto, que la clave para llegar a ellos y remediar sus necesidades educativas especiales, es por medio del afecto. Me centrare en potenciar sus debilidades y crear nuevas fortalezas, seré rigurosa al diagnosticar, ya que de mi diagnostico dependerá el futuro del educando, velare por cambiar el pensamiento discriminatorio hacia la diversidad y luchare para que las escuelas en algún momento sean inclusivas, es decir, que integran al que es diferente y lo acepten con sus virtudes y desventajas; por ultimo destacar que mi desempeño determinara las vidas de cada niño y niña en su futuro desempeño escolar, según  el texto “Inocencia de la Educación”, que determina que el éxito o fracaso de los alumnos proviene de las calificaciones y juicios que reciben a diario de parte del profesor.

Ensayo ¿Qué tipo de educadora quiero ser?



Andrea Gallardo Donoso

“Solo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos” (Paulo Freire).
Para considerar una respuesta fehaciente sobre la pregunta expuesta se debe reflexionar sobre todos los factores actuales que integran mis conocimientos como profesora. Aquellas cosas que simplemente no acepto y a otras, que le haría ciertos cambios, como la vocación de servicio al momento de enseñar.
Como profesora, dentro de mis objetivos estará el desarrollar “el pensamiento critico” de los alumnos con los que trabaje, que sean activos y se permitan ellos mismos desarrollar  autonomía y destrezas en sus diversos aprendizajes. Pero para ello debo considerar todas las  maneras posibles de didáctica, lúdica y novedosa, en donde los aprendizajes resulten en su totalidad significativos.
Nos enfrentaremos a situaciones predecibles y socialmente aceptadas como el hecho de la diferenciación de las escuelas según sus ingresos, y el hecho de que el fin de  cualquier política nacional, es resolver el problema de la desigualdad educacional en relación al estrato socioeconómico de los alumnos y los colegios. Las carreras educacionales dependen en gran manera, del estrato socioeconómico del que provienen (Brasma y Knuver, 1989). Pero es aquí en donde nuestro desempeño y labor debe marcar un hito no tan solo en el establecimiento si no de los aprendizajes asimilados por los alumnos. Y trabajar al margen de los recursos con que contemos y el apoyo real con que contemos.
Debemos estar preparadas desde las peores situaciones hasta las inmejorables y positivas oportunidades que se nos darán a lo largo de nuestra carrera docente. Considerar además que, la clave más importante para gran parte del aprendizaje futuro, tanto en la escuela como afuera de ella, se puede encontrar en el ambiente del hogar y de las salas de clases (B.Bloom). Estableciendo un nexo concreto que relacionara ambos aprendizajes, y así, enriquecerlos y abstraer de cada uno lo más significativo y aplicable a la vida del alumno, y entender asi que no existe “palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión” (Paulo Freire).
Como reflexión ultima y mas importante, debo entender que “Todos los alumnos pueden aprender igualmente bien si las condiciones son apropiadas” (B. Bloom) dejando al margen las antiguas teorías donde se establecía un techo para los alumnos, limitando todas sus expectativas y oportunidades de mejora en sus aprendizajes. Y sé que en mis manos estará parte de la responsabilidad de abrir nuevos horizontes a todos los alumnos.

      Bibliografía:
-Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. Tierra Nueva, Montevideo, Uruguay. 1970
-Bloom, B. La Inocencia en Educación: La educación a través de 25 años de Investigación. Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP). 1973.
     

Ensayo ¿Cómo me proyecto en mi rol de educadora diferencial?


                                                                             

 Esperanza Silva López

Cuando se inicia la carrera universitaria, el pensamiento constante es como nos vamos a desenvolver una vez egresadas, si tendremos las herramientas y competencias necesarias para enfrentar aquel mundo que pretendemos “cambiar” con una simple y significativa clase, y con la única idea de innovar y evolucionar a una enseñanza conductista y condicionada a una enseñanza  integrada, equitativa, significativa y de calidad.
El hecho de estudiar pedagogía nos demanda un absoluto compromiso con la formación de personas que involuntariamente se van relacionando con nosotros. Nos hacemos responsables de las prácticas y las enseñanzas que les entregamos y es por eso que como se mencionaba en clases nos convertimos en ingenieros de la educación. Educación que debe ir rompiendo paradigmas y esquemas de lo parametral y asumir un rol realmente significativo en la vida y aprendizaje de nuestros alumnos. Los profesores somos los que debemos innovar, tomando en cuenta los diversos factores que inciden en el aprendizaje de los alumnos y dedicarnos a la motivación e intereses del alumno (Benjamín Bloom).
El tipo de educadora que me gustaría ser, es de entregar una enseñanza efectiva, que se conduzca en paralelo al proyecto de “colegios efectivos” .Estos colegios son aquellos que logran que sus alumnos, independiente del medio socioeconómico del que provengan, puedan lograr las metas educacionales propuestas por la sociedad (Violeta Arancibia).
Como educadoras debemos velar por una entrega de equidad, por hacer valer el derecho a la educación, considerar de donde proviene el alumno, la comunidad como aporte a su desarrollo social y la familia como factor primario del aprendizaje. Debemos además respetar el ambiente dentro del aula, respetar cada tipo de cultura y principalmente al estudiante, como dijo Paulo Freire “Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos, enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo, enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando, enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad, y por ultimo,  enseñar exige saber escuchar”.

Y finalmente como profesora, uno de los propósitos fundamentales es intencionar la educación hacia un desarrollo social y potenciar la autonomía y protagonismo del educando en su entorno. Nutrir sus aprendizajes más allá de lo establecido por el currículo tradicional, y potenciar al “ser pensante” que cada uno posee. Tomando en cuenta siempre que “Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas” (Paulo Freire).

Bibliografía:
-Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. Tierra Nueva, Montevideo, Uruguay. 1970
-Arancibia, Violeta. Efectividad escolar, un análisis comparativo. 1992
-Bloom, B. La Inocencia en Educación: La educación a través de 25 años de Investigación. Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP). 1973.
-www.nodo50.org

Mala Calidad De La Educación: Factores Que Influyen

                                                                                      Roció Fernández 

             La educación es una base fundamental dentro de la sociedad, sin embargo la mayoría de las veces nos topamos con una mala calidad de ésta y desafortunadamente en el país se ve reflejado un fuerte rezago académico, y es necesario analizar qué factores influyen en la mala calidad de la educación, para que se genere dicho rezago académico.

           Sin embargo como bien sabemos, el docente es la herramienta fundamental para llevar a cabo la educación ya que es él quien posee los conocimientos necesarios para dar una buena enseñanza, pero desafortunadamente muchas veces nos topamos con maestros que no son competentes y es ahí   donde surgen los problemas en cuanto a educación nos referimos, pero también hay que estar conscientes que no solo depende del maestro para que se considere una mala calidad educativa, sino depende también de algunos factores externos que afectan al alumno, como incluso al maestro.

            Es por eso que como futuros maestros nos compete conocer cuáles son los factores que influyen en la mala calidad de la educación y considero que también es importante conocer a acerca de las características sociales   y algunos cambios   que presentan los adolescentes en esta etapa.

          Es así que hay que analizar algunos factores que causan la mala calidad educativa, ya que como mencionaba antes, es de gran relevancia conocer para que a futuro no nos sorprenda esta situación la cual difícilmente se erradicara de la educación básica. Algunos de los factores son los siguientes.

El factor familia: Generalmente la sociedad suele pensar que este factor estaría determinado principalmente por el nivel de ingresos al hogar. Este factor es mucho más complejo de lo que se ve, tiene que ver con el mundo de vida en que nace y se desarrolla el niño. Ciertamente el nivel socio-económico de los padres es importante, también es relevante en el caso de los niños provenientes de hogares de escasos recursos, la organización de la familia, su clima afectivo y la socialización lingüística.
El factor comunidad: Algunos investigadores utilizan indicadores de vecindario, de participación y confianza para medir el efecto de comunidad en el rendimiento escolar. Estos estudios muestran que niños que viven en lugares donde se muestra que la organización de los vecindarios es desorganizada, con un menor involucramiento en la escuela, menos actividades comunitarias pueden tener un gran impacto en el logro académico de los estudiantes.

El factor escuela: Se puede decir que en este factor se opta por una metodología más restringida y exigente, la efectividad de la escuela aparece determinada por la efectividad del profesor en la sala de clases. En general, se estima que el efecto escuela depende de la calidad de la docencia impartida.

Seguramente la apropiada interacción de los factores puede originar una buena educación...como para que los encargados de corregir las falencias los tengan en cuenta.

Valor social de la educación


                                                                                          Roció Fernández                              
Se sostiene que mientras Chile crece, su educación sin embargo  permanecería estancada. Pero, ¿es correcto este enunciado?   Ya vimos que nuestra educación se ha vuelto más inclusiva y que ha acompañado un vigoroso crecimiento. A pesar de la severa desigualdad, la  acumulación de capital humano ha aumentado en todos los grupos socioeconómicos. En torno del sistema escolar se ha ido generando,  además, un amplio círculo de confianza, lo cual sin duda constituye un  importante logro. Esto ha permitido que, durante los últimos quince años, la  educación sea una alta prioridad en el gasto de las familias y dentro del presupuesto nacional. Y que los programas de mayor costo, como el de la  Jornada Escolar Completa, hayan contado con la aprobación de todas las  fuerzas políticas en el Congreso.  La población considera que la calidad de la educación está mejorando. Los colegios son vistos como lugares  seguros. Los profesores tienen el respeto de la población, aunque no gocen de un alto prestigio. En suma, la gente valora  la escuela y deposita  en ella la esperanza de sus hijos. Sobre todo las madres y los padres de  menores recursos ven en la escuela una oportunidad de progreso que ellos  nunca tuvieron. 
Todos estos hechos y percepciones descartan un diagnóstico de estancamiento. Al mismo tiempo, imponen al gobierno y los grupos dirigentes  una enorme responsabilidad. Sería trágico defraudar la confianza y frustrar las  esperanzas puestas en la educación.   Sabemos, sin embargo, que nuestro sistema educacional tiene un desempeño  deficiente medido por pruebas estandarizadas internacionales. Un estudio reciente (prueba TIMSS de Matemática), esta prueba muestra que nuestros alumnos rinden por debajo del  promedio internacional y, lo que es más preocupante, más de la mitad no  alcanza el nivel mínimo de respuestas correctas.
En vez de mostrar una reacción exasperada frente a esta situación, y  aprovecharla para deslegitimar o menospreciar la educación que, por primera  vez,  favorece a todos los niños y jóvenes chilenos, lo que necesitamos es una  adecuada comprensión de esta deficiencia y corregirla con medidas eficaces.
Se piensa que los bajos resultados tienen su  origen en las escuelas y se explicarían por el marco institucional en que ellas  se desenvuelven. Se insiste, por ejemplo, en la brecha de resultados público /  privada, sin reparar, siquiera un instante, que la brecha es ante todo social,  de selección de alumnos y de financiamiento desigual de las escuelas. 
En particular, se sostiene que el sistema estaría volviéndose  cada vez más improductivo; es decir, que recibe mayores recursos sin mostrar  un incremento proporcional del “producto” educacional.
En realidad, es imposible compartir esta explicación. Ni la escuela  funciona como una firma, donde la función de producción se mide por los  insumos y los productos, ni ella es la única causante de los resultados de  aprendizaje. Lo más notable, en efecto, es que esta “función de producción”  deja fuera el “insumo” esencial, los alumnos con sus características socio familiares y el proceso principal de “producción”; cual es, la transformación  que experimentan las personas en virtud del aprendizaje a lo largo de 12 años  de educación. 
Este equivocado enfoque lleva luego a promover políticas que, en vez de  centrarse en el proceso de aprendizaje, se concentran en cambio,  exclusivamente, en los arreglos institucionales en que aquel tiene lugar,  exactamente como si tratase de una empresa cuya eficiencia podría  aumentarse sujetándola a las fuerzas de la competencia. 
Así, para contrarrestar el supuesto deterioro de productividad y mejorar  la calidad del “producto”, se propone avanzar “hacia un marco institucional que  asegure que los recursos destinados a educación se gasten mejor que en la  actualidad”. Es decir, se trataría de asegurar que escuelas subvencionadas,  que gastan 30 mil pesos por alumno/mes, obtengan resultados semejantes a  los colegios particulares pagados que gastan mensualmente 150 mil pesos o más. Esto es lo que tiene que suceder para que de una vez por todas la educación sea de calidad y equitativa para todos y todas sin importar las brechas socioculturales.

EL QUE HACER DIARIO DE LA VIDA FAMILIAR


Gabriela Bahamondes Ortiz



Los niños rinden más en el ámbito escolar cuando los padres les proporcionan límites predecibles para sus vidas, estimulan un uso productivo del tiempo, y propician experiencias de aprendizaje como algo habitual en la vida familiar. Esto es un echo de la vida que se a comprobado muchas veces a nivel empírico y bajo muchas investigaciones.

Los resultados de dichas investigaciones y estudios muestran que la rutina de la vida familiar, las interacciones diarias entre padres e hijos, los hobbies y las actividades recreativas que la familia disfruta, todo ello potencia la predisposición de los niños hacia el aprendizaje académico. Cuando los niños de familias con bajos ingresos económicos realizan actividades con sus padres durante el fin de semana, cenan juntos en familia, y se implican en los hobbies familiares, compensan algunas de las limitaciones que podrían experimentar de otro modo, es decir la manera en que se relacionan con sus hijos, puede compensar de una u otra manera la falta o ausencia de estudios que ayuden académicamente a sus hijos, e incluso el proporcionarles un espacio adecuado para el trabajo escolar y los materiales adecuados, ayuda considerablemente a tales propósitos.
                                                        
El uso del tiempo es un aspecto importante en los hogares de los alumnos que tienen alto rendimiento. Cuando los padres estimulan la independencia de estos hijos, lo hacen con una vigilancia continua de cómo están utilizando positivamente su libertad. Alaban la productividad y el cumplimiento. Siempre animan a sus hijos para que empleen el tiempo con sabiduría. En estos hogares los niños están acostumbrados a los calendarios, horarios, listas de la compra, “a hacer” listas, tareas familiares, a la lectura, el estudio, y a jugar a juegos que estimulan la mente. Un estudio encontró que los alumnos con alto rendimiento invertían alrededor de 20 horas a la semana, fuera del horario escolar, en actividades constructivas de aprendizaje, con frecuencia con el apoyo, guía o participación de sus padres. Estas actividades pueden ser tareas escolares que se realizan en casa, prácticas musicales, lectura, escritura, visitas a museos, e implicación en actividades de aprendizaje patrocinadas por organizaciones juveniles.

Cuando la familia fija un tiempo diario de estudio para los niños, y no les permite que estudien sólo cuando lo indican los profesores, los niños aprenden que estudiar es algo valorado en la familia. Estudiar y aprender se convierten en una parte natural de la vida familiar. Los niños rinden más cuando actúan dentro de los límites establecidos en la rutina familiar. Algunas acciones constituyen puntos de referencia obligada de la vida diaria, definen la distribución del tiempo y permiten a los niños realizar actividades consideradas de alta prioridad, tales como estudiar, leer y hablar con los miembros de la familia. Mantener un horario fijo todos los días para comer, irse a la cama, estudiar y leer establecerá un ritmo productivo y saludable en la vida de los niños. También necesitan un lugar tranquilo y bien iluminado para estudiar y leer. Se enriquecen con el interés de la familia en determinados hobbies, juegos, y otras actividades que ejercitan la mente y les mantienen en interacción con otras personas. Una rutina diaria que incluya tiempo para estudiar y leer, un ambiente familiar que proporcione un lugar tranquilo para el estudio, y actividades familiares que incluyan juegos y hobbies que mantengan ocupada la mente de los niños y proporcionen interacción con otros miembros de la familia, caracterizan un hogar donde los niños son preparados en hábitos y valores para aprender en el centro escolar.


Referencias bibliográficas 

·        Benson, Buckley & Medrich (1980)

·        Clark (1983)

·        Clark (1990).